PRESENTACION REVISTA OLEZA AÑO DOS MIL VEINTICUATRO
Por
JULIO CALVET BOTELLA
Julio Calvet Botella, Magistrado y prolífico escritor
BUENAS NOCHES
El Viernes Santo de 1.919, un Ilustre oriolano, Don Julio López Maymón, iniciaba ante Su Majestad el Rey, un memorable Sermón diciendo:
“Señor, Hace veinte siglos, unos desconocidos de tez broncínea y atlética musculatura, en un bosque aledaño de Jerusalén, talaron un ciprés centenario…”
Y con aquel ciprés centenario, aquellos sayones hicieron una Cruz.
Y a esa Cruz, los oriolanos la llamamos, la Cruz de la Muela.
Allá en lo alto.
Porque Orihuela, como dice Antonio Luis Galiano Pérez, en su libro, para mi emblemático, “La Orihuela Mágica”, “Es tierra maravillosa cuajada de historia y tradiciones, sucesos y narraciones basados en la imaginación o la leyenda, donde se funden de tal manera que no sabemos dónde empieza la realidad y dónde termina la ficción, y en la que sucesos extraordinarios que exceden a los límites de lo natural y lo cotidiano, hace que nos causen admiración”.
¡Vengan los viajeros del mundo a ver nuestra tierra llena de historia, gloriosa de monumentos, fantástica de arte y joyas monumentales¡.
Yo quiero esta noche con retumbo altisonante, ser oído en los confines y sumarme a Gabriel Sijé, en su “Invitación a viaje”:
“Ven tú, y tú, y tú, viajero que recorres todos los caminos, amoroso viajero (…) Si tienes un Amor distante y lejano en el corazón, y un Hosanna te florece en los labios, florécelo aquí amorosamente. La ciudad te espera en la prometida mañana (…) Si columbras una cruz en lo alto, entre ciudades de nubecillas, es porque nuestra ciudad empieza así, con una Cruz; y flechas de campanarios, y flores de cúpula y palomas, y cánticos… La Ciudad es ORIHUELA: olor de liturgias y de frutal (…)
Hace siete años, tuve el honor de presentar la Revista OLEZA, lo que hice con toda ilusión. Y nuevamente se me brinda el presentar la Revista OLEZA SEMANA, SANTA, de este año de 2024.
Y en esta vez, me van a permitir una licencia, y es que haga una especial mención a la COFRADIA DEL PERDÓN, en gesto de gratitud por haberme entregado en la Cuaresma de 2022, una placa honorífica en la que se me distingue, “por su encomiable dedicación y apoyo a la Cofradía a lo largo de su vida”.
Y me sentiré unido a las palabras de Don Antonio Martínez Marín, cuando en 1962, en la “Visita” al Sr. Obispo, para solicitar su permiso para salir en procesión, aquel Martes Santo, dijera:
“En esta primavera pasionaria, Orihuela se abre como una fruta madura. Se abren sus casas, sus iglesias y aún los oriolanos mismos…
… Se abren sus casas, para que en su recinto entre, el pariente, el amigo y aún el desconocido de lejanas tierras…
… Y se abren sus iglesias para descubrir una Historia brillante de Oración y Santidad… para revivir, hondamente, paso a paso, el drama del Calvario…
… Y nos abrimos notros mismos al contacto de este tiempo de Pasión. Nos abrimos a la calle, a los demás, -conocidos o no-, y nos abrimos a Dios”.
Y en esta noche de Cuaresma, viene a nosotros, como un tapiz de alferecía, la nueva Revista OLEZA, para traernos, un año más, las voces y cantos de quienes acuden a su llamada para contarnos sus emociones pasionarias.
Y para la navegación por éstas páginas, Don Antonio Luis Galiano Pérez, un hombre lleno de ilusión y compromiso, nos dará a la luz, el vivir de la Revista OLEZA, para ocupar el recuerdo y las tradiciones.
Alfonso Ortuño Salar, no necesita presentación. Muy en particular en este año en el que ha sido nombrado “Hijo Predilecto de Orihuela”. Alfonso Ortuño, es un gran pintor. Un Velazqueño sin par. Cofrade del Perdón, la imagen de La Verónica, luce en sus manos el paño de la Santa Faz, pintada por él, con una extraordinaria belleza.
Y una vez más, ilumina con su dibujo, la portada de la nueva Revista OLEZA, con su visión del órgano de la Catedral de Orihuela, rodeado de sus muchas palmas, promesa del Domingo de Ramos.
Y tras este pórtico artístico y luminoso, su Director, nos dictará su EDITORIAL, con un emotivo acento en los aniversarios de la REVISTA OLEZA.
Nos contará que, tras cincuenta años de su fundación por Joaquín Ezcurra Alonso, han sido quince años más los seguidos de su mano como director. Sesenta y cinco años en total, los que lleva en el mundo literario y conmemorativo la REVISTA. Y es en ella, cómo nos recuerda, donde algunos, estrenamos nuestras primeras letras grabadas para siempre en la tipografía de la Imprenta, lo que guardamos como orgullo, porque una Revista impresa, es historia, y en este caso, es Historia de Orihuela.
Y nos invitara a su lectura diciéndonos:
“Pasen las páginas y disfruten con OLEZA, SEMANA SANTA 2024”.
Y siguiendo sus instrucciones, pasemos a ver su contenido, siguiendo un orden, que no coincidirá con el de publicación, pero del que les aseguro que no falta ninguna colaboración.
Inicia su contenido con el espléndido artículo de FERNANDO DE PRADO PARDO-MANUEL DE VILLENA, titulado,
EL ITINERARIO DE EGERIA: PRIMERA DESCRIPCION DE LA LITURGIA DE LA SEMANA SANTA.
Fernando de Prado, nació en San Sebastián, y actualmente reside en Orihuela. Historiador, escritor y conferenciante, estudió Derecho y Geografía e Historia en la Universidad Complutense y en el CEU San Pablo, y es Licenciado en Genealogía, Heráldica y Nobiliaria.
Y Fernando de Prado nos trae al conocimiento de un códice manuscrito, compilado en el siglo XI por los monjes benedictinos de la Abadía de Montecassino, en el que se nos detalla la relación de un viaje, un recorrido por Sinaí, Palestina, Egipto y Asia Menor, que realizó una asceta originaria de Galicia llamada Egeria, de la que nos dice Fernando de Prado, debió ser una mujer de ascendencia noble, y con una posición económica destacada, que le permitió llevar a cabo el desembolso económico que necesitaba, para realizar un viaje de peregrinación de cuatro años de duración, que llevó a cabo entre los años 381 al 384 d.C.
Estamos ante un texto, sumamente importante, pues es la minuciosa descripción de la Liturgia y de los Oficios, que se llevaban a cabo en Jerusalén durante la Semana Santa, y es el texto más antiguo, referencial para el estudio de la misma, y de la obra literaria de la primera autora patria conocida.
El estudio de Fernando de Prado Pardo-Manuel de Villena, es un brillante recuerdo del “Itinerario de Egeria”.
MARIA GLORIA APARICIO VALERO, nos trae a la Revista su colaboración titulada EL POZO DE JACOB.
María Gloria Aparicio Valero, es una admirable persona, de sobra conocida. No descuida su presencia en todo acto cultural de Orihuela. Ama la música, ama el arte, y ama nuestro entorno. Doctora en Historia por la Universidad de Alicante, su trabajo de investigación, histórica Regalismo Borbónico e Historia Crítica. Las Comisiones de Archivos, obtuvo el premio HUMANISMO E ILUSTRACION, en el año de 2013.
Es el objeto de su colaboración, el Pozo de Jacob y la Samaritana, en el pasaje que nos narra el evangelista San Juan, (4, 5-42), cuando nos dice que “Llego Jesús a una ciudad de Samaria llamada Sicar, cerca del campo, que dio Jacob a su hijo José; allí estaba el Pozo de Jacob”.
El evangelista Juan, nos narra la conversación de Jesús y la mujer de Samaria, en aquella región central entre Judea y Galilea, donde la hostilidad entre judíos y samaritanos era notoria.
“¿Cómo tú, siendo Judío, me pides de beber agua a mí, que soy mujer samaritana?, replicará la mujer a Jesús a su petición, a lo que Jesús le ofrecerá, el “Agua Viva”:
“El que bebe de esta agua, vuelve a tener sed; pero el que beba del agua que yo le daré, nunca tendrá sed, ni tendrá que venir aquí a sacarla”.
Y María Gloria Aparicio, tras decirnos que en nuestros días aquel pozo, todavía subsiste, nos dará cuenta de su localización, en el corazón de los territorios de la antigua Palestina, como, -dice-, nos refiere Margarita Iturbide, que hace algún tiempo la visitó.
Poco antes de llegar a Nablus, se divisa un gran templo cristiano ortodoxo, en cuyo interior se conserva el histórico Pozo. Y nos describirá el estado actual del templo, en cuyo interior impresiona la belleza de sus pinturas e iconos, entre los que destaca el que representa a Jesús conversando con la mujer de Samaria, la que, en el cristianismo oriental, es conocida y venerada como Santa FOTINA.
Nos referirá después Doña Gloria Aparicio, la manifiesta presencia de la Samaritana en nuestras procesiones en las imágenes talladas por Antonio Greses y Federico Coullaut Valera.
Para terminar diciéndonos que: “Allí se radicalizan las posturas y se pelea por la tierra, pero el Pozo que presenció aquel encuentro sigue allí, esperando que los hombres sacien su sed y pronto encuentren la paz”.
A veces los tiempos parecen que se han detenido en un sólo momento, que permanece inmóvil como una eternidad.
Y Jesús sentado ante un brocal.
En el pozo de Jacob de Orihuela, el Lunes Santo, se verá envuelto entre sedas blancas y amarillas.
MIGUEL MARTINEZ APARICIO, nos aporta un documentado e importante estudio que titula, EL CONVENTO DE LA PURISIMA, DE LOS FRANCISCANOS ALCANTARINOS, SU FUNDACION, IMPORTANCIA EN LA VIDA RELIGIOSA DE CALLOSA DE SEGURA Y ORIGEN DE SU SEMANA SANTA.
El Cronista Oficial de Callosa de Segura, Miguel Martínez Aparicio, nos ilustra sobre el Convento de la Purísima. Y nos dice que desde 1530, perteneciendo aún a la “Ciutat d´Oriola”, Callosa mantenía su interés para que una comunidad religiosa se estableciera en el lugar. No era esto fácil, por dificultades económicas y el conseguir una Orden religiosa, a la que encomendar este propósito, lo que se retrasó hasta el 8 de marzo de 1585, con la fundación del Convento de Franciscanos Descalzos de La Purísima, seguidores de San Pedro de Alcántara, conocidos como “Alcantarinos”, estableciendo su convento en unos terrenos cedidos por el Ayuntamiento.
La presencia del Convento y la Venerable Orden Tercera en Callosa, promocionó la devoción a la Pasión de Jesucristo con las procesiones de Semana Santa, y el popular Canto de la Pasión
que ahora se interpreta por el Grupo Vía Crucis, “Beata Godoya”.
Los frailes alcantarinos hubieron de abandonar el Convento en 1835, como consecuencia de la desamortización de Mendizábal y la supresión de las Órdenes Religiosas. Finalmente y tras una serie de menoscabos y vicisitudes, en noviembre de 1.978, fue derribado el viejo Convento, a excepción de la Capilla de la Orden Franciscana Seglar, único resto que queda del mismo.
Y el Señor Martínez Aparicio, nos concluirá diciendo que ha querido hacer constar con su estudio “Un origen franciscano que cimienta la Semana Santa de Callosa de Segura, con una gran similitud a lo acontecido en la Ciudad de Orihuela.
MARIA BELEN CASTAÑEDA DOMINGUEZ, nos trae un trabajo titulado TAPETES DE ASERRIN, UNA TRADICIÓN DE LA SEMANA SANTA EN VETAGRANDE, ZACATECAS, MÉXICO.
Su autora, se nos auto presenta aquí, en esta noche de Orihuela, diciéndonos con voz no exenta de ternura y como atravesando el Océano, desde la otra orilla el mar:
Mi nombre es María Belén Castañeda Domínguez, nací el 16 de febrero de 1985, soy originaria de la Cabecera Municipal de Vetagrande, Zacatecas, México. Mis padres se llaman Ricardo Castañeda Balderas y Eustolia Domínguez Parga, siendo yo la mayor de tres hermanos.
Estudié la Licenciatura en Filosofía en la Universidad Autónoma de Zacatecas. Y en septiembre de 2023 el Ayuntamiento de Vetagrande, me otorgó el nombramiento como Cronista Municipal.
Y nos dirá Doña María Belen Castañeda Domínguez, que una de las tradiciones más emblemáticas de la Semana Santa en Vetragrande, es sin duda la elaboración de los tapetes de aserrín, y que son como alfombras, que manufacturan imágenes religiosas, utilizando aserrín de diversos colores, y que se extienden por las calles por las que discurre la procesión del Jueves Santo.
La belleza de los tapetes de aserrín los veremos en las bellas fotografías que acompañan su colaboración en la Revista Oleza.
Sera hermoso, sin duda el discurrir de la procesión, por estos iluminados tapetes de Vetagrande.
DE LOS PILARES DE LA SOLEDAD, es el título de la Colaboración que este año he ofrecido a nuestra Revista Oleza. He contado para su redacción con la inestimable ayuda de mi yerno, don José Ángel Albert Boronat, Académico de la Academia Valenciana de Genealogía y Heráldica que me fue facilitando en su día los datos de periódicos y revistas de Orihuela, en los que iban constando los nombramientos de los Pilares de La Soledad, que en los siglos XIX y XX, se realizaba por el Excelentísimo Ayuntamiento de Orihuela, al tiempo que se nombraba al Caballero Portaestandarte de la Procesión del Santo Entierro de Cristo.
Los Pilares eran abogados, militares y médicos, y cuyos nombres he ido recogiendo, tal y cómo aparecen en aquellas publicaciones. No están todos, por supuesto, pero creo que es una contribución a un estudio más completo de la procesión del Caballero Cubierto, como a mí me gusta denominarla.
La palabra Pilar, es definida en una de sus acepciones del Diccionario de la Academia Española, como “Persona que sirve de amparo y apoyo”, por eso en Orihuela, se elegían a los Abogados y a los Militares, y que hoy, ampliados a otras profesiones, son para la Virgen de la Soledad, su escolta solemne, pues es la Madre dolorida por la cruenta muerte de su Hijo.
Es mi colaboración, un homenaje a los Pilares de la Soledad, compartiendo mi condición de Pilar, con mi abuelo, don José Calvet Mas, Abogado de Orihuela, que también fue Pilar de la Virgen de la Soledad en los comienzos del pasado siglo XX.
ALGUNAS REMEMBRANZAS DE NUESTRA SEMANA SANTA ORIOLANA, es el título que este año nos ofrece ANTONO COLOMINA RIQUELME.
Antonio Colomina Riquelme, es Caballero de la real Orden de San Antón de la Ciudad de Orihuela. Ha escrito muchos libros y artículos literarios, y ha paseado su pueblo, que lleva dentro de su corazón, por los varios lugares de España, donde ha vivido al hilo de su profesión.
Y aquí, en su colaboración, Antonio Colomina, nos va a llevar a su infancia en su casa de la calle del Horno, a “La escalera de San Miguel”, al Oratorio Festivo de don Antonio Roda, y a sus procesiones infantiles, con los grandes botes metálicos que usaban a modo de tambor, que les facilitaban “El Chermanet”, “Pepe el Olivero” y “Jeromo el del Puente”. Para después, pasar a relatarnos, con elegancia poética y descriptiva, la Semana Santa que él llama “autentica”, y “la de antes y ahora”.
Y lo hará a modo de Pregón o de Proclama. Desde el “Hosanna” del Domingo de Ramos, a la procesión del Caballero Cubierto, para llegar a la Tamborrada del Domingo de Resurrección, de la que nos dice que: “Con esta hermosa festividad y el gozo de los oriolanos, las tahonas comenzarán a elaborar las ricas “monas”, con las que se celebrarán la Pascua de Resurrección.
LA SAL DE LA TIERRA, es el título de la colaboración que nos trae este año JULIA VALORIA MARTINEZ-MOSCARDÓ.
Julia, es licenciada en farmacia, y grado de experto en gestión de patrimonio, es una enamorada del “Jardín de Comestibles” que es la Vega Baja, y es persona que respira a Orihuela por los poros. Julia es prolífica, colaboradora y activa, en los todos los ámbitos, culturales; es narradora y escritora de relatos y cuentos, y también, -les contaré un secreto-, Julia es una eminente musicóloga, y que yo sé, que en su Farmacia de Torrevieja, tiene un lugar reservado donde en los descansos de su atención farmacéutica, se mete para escuchar piezas musicales de gran altura, y que acaso sólo ella conoce.
Y hoy nos trae un estudio magnifico sobre la sal, que comienza con la cita evangélica de Mateo, cuando dice: “Vosotros sois la sal de la tierra, pero si la sal se desvirtúa ¿con que se salará? ”
Nos dice Julia, que la sal era entre los orientales, y aun hoy entre los árabes, un símbolo de amistad, de lealtad, y de alabanza perpetua, y nos traerá las citas del Levítico, de Job, de Ezequiel, y del evangelista Marcos y también del Apóstol Pablo.
Y como un arrobo, nos dirá que “La Vega Baja del Segura tiene un fuerte vínculo con la sal. Cuando descendemos la colina de Vista Bella, se nos abre el corazón y la sonrisa, al ver a lo lejos, las montañas blancas”.
Y como buena maestra en la sal y para que se utiliza, en su artículo nos llevará a la explicación de lo que es el salazón de alimentos, el por qué se prepara, el para qué sirven… y a su Historia, y acabara llevándonos a las lagunas saladas de La Mata y de Torrevieja.
Y no se olviden, nos dirá, que el mejor regalo para llevar a una cena de amigos, es una caja de salazones, tal y cómo hicieron los antiguos, en las grandes celebraciones, “soñando que alguna vez fuimos Ulises y que somos la sal de la Tierra”.
LUIS MIGUEL BERUMEN FELIX, nos trae su colaboración titulada, SEMANA SANTA EN JEREZ. ENTRE JACULATORIAS, PROCESIONES Y VENERACIONES VARIAS.
Luis Miguel Berumen Félix, es el Cronista Municipal de Jerez, Zacatecas, Mexico. Es investigador histórico, autor de cinco libros, y es impulsor de la vida y obra del poeta jerezano Ramón Llopis Velarde.
El artículo del Señor Berumen Félix, me ha recordado una especie de parentela, con Orihuela, porque, nos dice, que entre otras agrupaciones procesionales estaba la de “Nuestra Señora de la Soledad” que sacaban por las calles, los Viernes Santo, en la procesión del Santo Entierro y Soledad de Nuestra Señora”. Luego, nuestro autor nos hablará de la Cuaresma, y que desde el miércoles de Cuaresma se preparan las “siete cazuelas”, como alegorías de los “productos que nos da la tierra, las cosechas y los que se traen del mar”.
Del miércoles de Ceniza, nos hablara de su imposición, y con la frase tradicional del “Acuérdate que eres polvo, y en polvo te convertirás” y con la imposición de una cruz en la frente. Y también, nos dirá, de la suspensión de espectáculos y diversiones, y que en los últimos días de la Cuaresma no se escuchaba la música, y hasta se hablaba en voz baja.
¿No nos recuerda algo de aquel entonces en Orihuela?
Y cuando la Resurrección, la “Alborada”. Donde nos dice:
“En la mañana del sábado, los jóvenes de la región, - y no tan jóvenes-, preparan sus lujosos trajes de “charro”, ensillan sus mejores caballos con plateadas sillas para recorrer el pueblo dando la alborada”, y a su paso, se van abriendo las puertas y ventanas… y las jóvenes dejando el oscuro luto, luciendo con alegría vestidos de alegres tonos se asoman a ellas.
Y nos dice al fin, el autor que estas celebraciones, en sus rigores religiosos, han cambiado mucho.
También ocurre aquí en España, pero las tradiciones, las seguiremos practicando, y compartiendo, porque, se quiera o no, siempre existirá un algo, que tendrá que seguir llamándose la Hispanidad.
ESPERAME EN EL CIELO, es el artículo, recuerdo emotivo que nos trae, MANUEL RAMON VERA ABADIA.
Manuel Ramón Vera Abadía, ha permanecido a lo largo de su vida, muy cerca de la Orden Franciscana Seglar. Incluso fue unos años, Secretario del Consejo de la Orden Franciscana Seglar de Orihuela.
Y en este año del Señor, Manuel Ramón, nos trae un artículo de emocionados recuerdos. Están sus palabras dedicadas a valorar lo sucedido en los últimos once meses, de 2023, los que no duda en calificarlos para la Orden Franciscana Seglar como un annus horribilis, empleando la formula latina que la fallecida Reina de Inglaterra, Isabel II, pronunciara en aquel año de 1992 para dirigirse a su Nación.
Y nos cuenta Ramón, las tristes pérdidas sufridas de Mayordomos y personas amantes del Nazareno, y dedicadas a su culto y guarda, que se nos han ido al cielo.
Y nos contará como el año se inició con triste noticia de la muerte de don José Manuel Saura Caselles, Hermano encargado de Culto y “una persona entrañable”, que se esforzó por que se observara el decoro necesario por los Mayordomos para dignificar las manifestaciones procesionales de la sagrada imagen del Patrón de Orihuela.
Y la falta en septiembre de Don Manuel Saura Cerezo, más conocido como Manolo, “El Pintao”, que contaba como anécdotas, las dificultades padecidas en tiempos de la falta de recursos económicos, como aquel año en que la Mayordomía tomo la decisión de uniformar a todos los mayordomos, comprándoles unas sandalias, que muchos, al no tener otro calzado, usaron para la vida diaria, y que al año siguiente no quedaba ninguna para usarse.
También faltó Doña Elodia Martínez Vicente, muy recordada por su gusto para vestir los adornos de las tallas de San Juan y la Dolorosa, algo que no podrá quedar en el olvido.
Y termina, Manuel Ramón su artículo diciendo que cree, “haber dejado patente la cantidad de ángeles que nos esperan en el cielo, y que han dejado su huella indeleble en esta Mayordomía que debe ser elemento vertebrador en Orihuela, del culto a nuestro Padre Jesús, y de la propagación de su mensaje de amor.
INTERPRETACION MISTICA DEL ESCUDO DEL LAVATORIO, es el artículo que nos trae VICTOR MANUEL NAVARRO CASELLES.
La Cofradía del Lavatorio, o mejor, la Real Archicofradía y Mayordomía de Nuestra Señora del Pilar y Real Cofradía de “El Lavatorio”, con sus vestas blancas y azules, es un lujo para nuestra Semana Santa. A mí me evoca sentimientos históricos donde se juntan el ORIAMENDI y la cruz de SANTIAGO, cómo emblema de la Gran Orden Militar de la Caballería Española.
Y Víctor Manuel Navarro, en un emocionante estudio nos llevara a la cercanía del Escudo de la Cofradía del Lavatorio de Orihuela, para decirnos que ocupa “un lugar de honor y misticismo”; símbolo que trasciende lo mundano, y que encierra significados profundos y ocultos.
Es un portal hacia la sabiduría espiritual, representando la purificación del alma y la conexión entre o divino y humano.
A mí me ha parecido que el artículo de Víctor Manuel Navarro Caselles, es un estudio singular y nuevo, pues no se olvide que el propio título ya nos lo anuncia: es la “Interpretación mística”, del escudo del Lavatorio de Orihuela que a lo largo del mismo nos lo irá explicando.
No me es dable aquí, revelarles lo que nos va relatando del escudo de la Cofradía, pero les puedo asegurar que es muy interesante y muy exclusivo, el que Víctor Manuel Navarro, nos despliega con su amor por Orihuela y por la Cofradía de El Lavatorio.
ANTONIO LUIS GALIANO PEREZ, aporta a la REVISTA OLEZA 2024, su estudio LOS “ARMA CHRISTI”, DE LA CHIESA DEL SANTISIMO SALVATORE DE PALERMO.
Don Antonio Luis Galiano Pérez, Cronista Oficial de la Ciudad de Orihuela, nos trae a la Revista Oleza, un artículo referido a los ARMA CHRISTI, también llamados “Improperios”, y que son los instrumentos de la pasión, los objetos asociados a la Pasión de Cristo, en el simbolismo cristiano, y que en este artículo nos los enmarca en los existentes en la Iglesia del Santísimo Salvatore en Palermo.
Antonio Luis Galiano, es un viajero incansable. Y a mí me consta que uno de los temas que más le han interesado en sus estudios históricos y artísticos es el de los simbolismos pasionarios. Le he escuchado más de una conferencia ilustrativa de los “Arma Chisti”, respecto de los que, como nos recuerda en su artículo, primero lo fue cerca de las Cruces de La Murada, luego en algunas iglesias del Perú, también en los arcos de la catedral de Zacatecas, y que también fue motivo de su ponencia en el V Congreso Internacional de Barroco Iberoamericano celebrado en Granada en 2020, donde trató el paralelismo de los instrumentos de la Pasión, con las que aparecen en nuestras Cruces de la Pasión del término municipal de Orihuela.
Y en este estudio, nos lleva a Palermo, capital de la Región Autónoma de Sicilia, y a la Iglesia del Santísimo Salvatore, cuya fachada es un símbolo del barroco florido.
Esta iglesia fue prácticamente destruida por los bombardeos de los anglosajones en el año 1943, ya que por Sicilia, se produjo el desembarco de las tropas de los Aliados para la derrota y conquista de Italia, y cuya iglesia, fue posteriormente reconstruida en 1959.
Y ya en el interior de la Iglesia, y tras referirnos a su contenido, se detendrá en las pilastras que con función decorativa flanquean la hornacina del Cristo, para encontrar ángeles de mármol, algunos de los cuales portan los “Arma Chriti”, y otros como adornos.
Y a partir de aquí, Antonio Luis Galiano, nos va refiriendo estos “Improperios”, con las citas evangélicas que refieren los mismos como tales objetos asociados a la Pasión de Cristo. Desde el Gallo de la negación de Pedro: “En verdad te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negaras tres veces”, hasta la Faz de Cristo.
Entre todos ellos, para nuestro autor, el de más originalidad es el de la escalera, sujeta por dos ángeles, uno de los cuales, en su mano derecha porta un banderín con la leyenda “SPQR”, símbolo del Senado y del Pueblo de Roma, y cuyo fragmento se completa con la Santa Faz, en la que uno de los ángeles portadores aparece llorando.
NUESTRO PADRE JESUS DE LA PENITENCIA, es la aportación literaria de JOSE ANTONIO LÓPEZ RIOS, que nos lleva a la capital de la Región de Murcia para hablarnos de la talla del Nazareno llamado de la Penitencia, perteneciente a la Pontificia, Real y Venerable Cofradía del Santísimo Cristo de la Esperanza y María Santísima de los Dolores, y que se encuentra al culto en la iglesia de San Pedro de Murcia, y hace su estacón penitencial el Domingo de Ramos.
El Nazareno es una imagen de tamaño natural, que fue tallada íntegramente en madera, policromada por el escultor Santiago Baglieto Gierra, de origen genovés, siendo este Nazareno, del que solo se conserva original la cabeza, tras ser destruida casi en su totalidad en la guerra civil, la única obra de dicho escultor que desfila en las procesiones de la Semana Santa de Murcia.
Y continúa López Ríos, su artículo relatándonos las vicisitudes materiales y procesionarias del Nazareno de la Penitencia, del que “Es llamativa su larga cabellera natural”.
Y termina diciéndonos que es “Muy recomendable de ver en procesión junto al resto de imágenes que intervienen esta tarde de Ramos de túnicas verdes, con tallas salidas de la gubia genial de Francisco Salzillo, Hernández Navarro y Francisco Liza junto a su sobrino Castaño Liza.
HOMENAJE A UN PROMOTOR DE LAS TRADICIONES DE SEMANA SANTA EN ZACATECAS, es el estudio que aporta MANUEL GONZALEZ RAMÍREZ.
El artículo de Manuel González Ramírez, Cronista de Zacatecas, es un sentido y justo homenaje, con su gratitud y reconocimiento, para su gran amigo Martin Gerardo Luna Tumoine, al que conoció en los primeros meses del siglo XXI, cuando nuestro autor dirigía el Archivo Histórico del Estado de Zacatecas, y él se estrenaba como titular de la Dirección de Asuntos Religiosos del Gobierno del Estado de Zacatecas.
Manuel González, nos va relatando los frutos de esta colaboración, entre las que cabe destacar que, en las vísperas del año 2010, en que se iba a conmemorar el 420 aniversario de la Cofradía del Santo Entierro de Cristo Nuestro Señor, se acordó celebrar una solemne procesión del Viernes Santo, y para tal efecto, -nos dice- nos organizamos para participar en un intercambio con la ciudad de Sevilla, España, e irían tras la huella de los orígenes de lo que en la actualidad se conocen como procesiones de la Semana Santa en Iberoamérica y más allá.
Fue una gira muy fructífera realizada en enero 2009, por una delegación oficial, en la que, dice, estuvimos dialogando e intercambiando información con Cofradías y Órdenes religiosas de las ciudades de Sevilla y Lebrija. Esto, traería como consecuencia una mayor redignficación de la Procesión del Silencio de Zacatecas en todos los sentidos.
Nos referirá otras colaboraciones, para decirnos al fin, que Martin Gerardo Luna Tumoine, es “uno de los nombres de esos zacatecanos de gran valía, que por su calidad humana, conocimientos, experiencia y amor por Zacatecas, merecen ser registrados en la historia de esta culta y generosa ciudad, Patrimonio Cultural de la Humanidad.
PASCUAL SEGURA TORÁ, nos trae un interesantísimo artículo titulado EL ASILO CARMELITA DE BIGASTRO. PRINCIPIO Y FIN DE UNA VOLUNTAD.
A mí me ha resultado un estudio interesante y conmovedor a un tiempo, el que Pascual Segura Tora, Archivero, Bibliotecario y Cronista Oficial de Bigastro, ha escrito.
Lo inicia con una proclama, diciendo que “La arquitectura popular es una manifestación de cultura de los pueblos donde convergen la interpretación de la luz y del paisaje, los modos de ver y de adaptarse al territorio y a la naturaleza propia”. Y así, hay un perfil característico de los antiguos vecinos de Bigastro en favor de una arquitectura, que a pesar de su aparente sencillez, enmarca en sí misma, una gran riqueza cultural.
Y así, nos lleva al conocimiento de la historia del edificio que fue asilo el Carmelita de Bigastro, en su calle Mayor, y que tras sucesivas vicisitudes que nos va narrando, el edificio finará en enero de 2024 en que es derribado.
Es apasionante su historia, que se remonta a finales del siglo XIX, cuando el edificio es construido para servir de vivienda al matrimonio formado por don Salvador Igual Marco y doña Irene Rubio López, personas de familias acomodadas.
Don Salvador Igual Marco, nacido en la población castellonense de Jérica, fue Capitán de Marina, y desempeñó un importante cometido en la guerra de Filipinas, y su esposa Doña Irene Rubio López, natural de Bigastro, ocuparon el edificio como vivienda hasta su muerte, siendo doña Irene, fallecida a los 90 años, quien otorgo testamento dejando importantes cantidades para becas, limosnas para los pobres y mandas pías para sufragios, y manifestando su voluntad de que el edificio que habitaba fuera destinado a asilo para el cuidado de ancianos de su localidad.
Y así tras distintas situaciones y obtener en 1942 la calificación de obra benéfica, en la tarde del domingo 16 de diciembre de 1945, tuvo lugar la inauguración del asilo de Bigastro, que bendijo el Obispo de la Diócesis Don José García Goldáraz, el que comenzó a ser regido por las Hermanas Terciarias Regulares de Nuestra Señora del Carmen, de la fundación de Orihuela.
Tras sucesivas vicisitudes, que en su artículo nos refiere, el edificio volvió a queda cerrado y abandonado, y en tal estado ruinoso, que fue derribado en 2024.
Y así acabó, tristemente, la historia del llamado popularmente por los bigastrenses cono “el Asilo” o el “Colegio de las monjas”, con su origen en aquella dama, Doña Irene Rubio López, que en el año 1942, y a solicitud e iniciativa del párroco don José María Galiano Benavente, fue nombrada Hija Predilecta de Bigastro.
He dejado para el final, de mi presentación de la REVISTA OLEZA, la colaboración titulada, Y DURANTE TREINTA Y TRES AÑOS, de la que es autor PABLO CUADRADO NAVARRO.
Y lo he hecho de propósito, porque su interés es eminente, ya que los ARMAOS de Orihuela, son una parte fundamental de la Semana Santa, y la colaboración de Pablo Cuadrado Navarro, trata justamente de ellos.
Y como nuestras Procesiones de la Semana Santa, como un encaje de lujo, se cierran con el desfile de nuestros soldados romanos, he dejado para el final este artículo.
Pero, vayamos por partes, aunque ya la noche se alargue demasiado.
Pongámonos en el año 1955, cuando las procesiones pasaban por la calle Mayor y los vecinos bajábamos unas sillas para verlas pasar. Cuando llegaba el paso de la Cena, apenas cabía por la calle, y casi teníamos que meternos en las entradas de las casas, y cuando pasaba el paso de la Oración en el Huerto, las ramas del Olivo, se metían por los huecos de los balcones.
Oías la bocina, escuchabas las gemelas, y los clarines sonoros, y los sordos tambores de la Convocatoria de los nazarenos vestidos de blanco y negro, detrás las músicas de la Banda de Cornetas y Tambores del Oratorio Festivo, y de algunas bandas más, y cuando se iba a terminar la procesión, rompían el silencio de la noche, las trompetas y tambores de los Armaos. Era ante su aparición, cuando las gentes empezaban a levantarse, y a recoger sus sillas.
Parecía como si ya se hubiera acabado la procesión, pero quedaban los Armaos, y yo, que les tenía como verdaderos soldados romanos, me quedada hasta el final para verlos desfilar, con sus lanzas y celadas, entre el ir y venir de la gente que ya se marchaba.
Yo he tenido el honor de vestirme de armao, el ser glosador del Pregón de la Centuria Romana, y el verme rodeado de grandes amigos, de los que nunca podré olvidar a los que tan pronto nos han dejado, Enrique Luna Agulló, “Cuqui Luna”, Juanjo Pina Soria, “Pinica”, y Ángel Antonio Bejarano Galiano, hermano del alma. Descansen en Paz.
Y Pablo Cuadrado Navarro, que irrumpe en la Revista Oleza por primera vez, con la energía de la ilusión y el compromiso, nos anuncia que nació en Orihuela en 1979, y que dio sus primeros pasos en nuestra Semana Santa en la Cofradía de “Los Azotes”, de la que su abuelo materno, don Antonio Navarro Torregrosa, “El Rondollo”, fue uno de sus fundadores.
Y que en 1991, cuando se cumplió el centenario de la Sociedad Compañía de Armados, pasó a formar parte de ella, y llegando a ser nombrado Abanderado del bienio 2002-2003.
Son muchas las intervenciones y colaboraciones las que viene realizando Pablo, en favor y promoción de nuestra Semana Santa y de la Compañía de Armados. Colaborador en Revistas de Cofradías y Hermandades, en la actualidad sigue escribiendo y publicando los libros coleccionables de su serie, “Armao de Orihuela ¿identidad propia o heredada?”. Es ávido investigador de los orígenes de la Sociedad de Armaos a nivel histórico, social y estético, diseña sus propios trajes de armado y recupera antiguas piezas históricas, como hizo con la restauración del casco de don Baldomero Galindo Alonso.
Y Pablo Cuadrado nos trae un artículo-estudio muy singular, dedicado a su padre, que define con una frase de don Antonio Machado,
“Porque el que habla solo, espera hablar con Dios un día”.
Porque su artículo, es hablado consigo mismo, en una primera parte, donde ya nos dice que “lo que se quiere reflejar, es una historia de la que se ha sido participe”.
Y así su historia contada, comienza en primavera y en “esa Semana tan especial en la que no se distingue el sueño de la vigilia, y que en la noche de jueves siempre hay luna llena”.
Y nos hablará del niño al que sin saber por qué, “algo te decía que ibas a ser Armao”, y que en las tardes de juego en casa de sus abuelos, siempre actuaba con un palo de escoba a modo de lanza, y liado sin saber cómo lo había hecho, con alguna sabana a modo de capa.
Y nos va a seguir conduciéndonos hasta aquel miércoles santo de 1988, cuando en la Avenida de la Constitución, al llegar los armaos, escuchó a su abuelo Antonio decirle , “Ese de verde es el hijo pequeño de Bregante”, y ser aquella la primera vez, en que le dijeron: ¿Tú quieres salir de Armao?. Y tu dijiste que sí.
Y a partir de aquí, leemos todo el desarrollo histórico en la Centuria Romana, vestido con un traje que le encargaron sus tías Amalia y Carmen, que tenían una casa de costura. Y la armadura, la rodela, y el casco de don José López Zaragoza, “El Sevillano”.
Y también del correr del tiempo, para decirse se dirá a sí mismo: “Has pasado de ser un niño y desfilar sólo, a ser un adulto, y que tus hijos desfilen contigo, en un camino que ya nunca caminaras solo”.
Es muy emotivo tu artículo, Pablo, está desbordado de ilusiones, y amor por tu pueblo, y por sus tradiciones.
Finis coronat opus, me diré al cabo de esta noche. Yo continuaría largo rato aquí, para hablar con todos ustedes de nuestra Semana Santa y de nuestra Orihuela. Pero se hace tarde. Siempre se hace tarde.
Yo he procurado a lo largo de mi vida estar cerca de Orihuela. Y participar en lo que he podido en su favor, en su defensa y en su honor.
Pienso que los hombres y mujeres de Orihuela, somos como aquellos Hidalgos, que sin buscar nada a cambio, procuraron el bien para su tierra.
Sigamos así. Nos obliga nuestra Historia. Y cuando por las frías o tibias noches, paseemos por sus calles bajo las estrellas, pensemos que el Señor, nos regaló la dicha de nacer en esta patria de naranjos y palmeras, donde el rumor del rio, el rizo del acanto, y el aroma del jazmín, nos hizo creer en aquella Cruz, que, en lo alto, corona el monte de la Muela, como una pasión eterna.
Y en el silencio de la tarde, en el caminar entre cúpulas y veletas, nos repetiremos, para nosotros mismos, aquellas palabras que de niños nos enseñaros nuestros mayores:
“Orihuelica Hermosa del Señor”.
Muchas Gracias, y
Buenas Noches.
JULIO CALVET BOTELLA.
SEMANA SANTA 2024.
FIN
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